domingo, enero 08, 2012

Objetual

El tercer criterio empleado por UNESCO/CLT/WHC para declarar a Valparaíso Patrimonio de la Humanidad ha sido, textualmente, el siguiente: "Valparaíso constituye un testimonio excepcional de la primera fase de mundialización". El punto de partida del trabajo es la ironía analítica ejercida sobre esta frase. La palabra excepción genera una obra de cinco bastidores cubiertos de moletón amarillo de fabricación nacional, usado en la confección de paños de sacudir. Lo sacudido, efectivamente, es la excepcionalidad del gesto de limpieza de un interior hogareño. La fase de mundialización aludida sanciona el pasado como ruina. Primera fase apela al recurso del tiempo perdido. Mundialización opera como el precedente de la globalización. Esta última parece necesitar a la primera como una escena de origen. El testimonio es excepcional, porque es el único en el martirio. Es decir, de cómo se construye la caída. Desaparecidas las condiciones económicas que sustentaban la primera fase, no queda más que recurrir a la explotación del daó como política económica de la represión urbana. De este modo, se instala la fase Unesco en que la ruina hace objeto de los restos de la ruina, dando lugar a la representación de la ciudad como objeto arruinado que ingresa en la historia de la recuperación urbana, como depósito de memoria edificada. Gerard Wajcman, en "El Objeto del Siglo", declara que en el albor de los tiempos futuros, lo que cautiva es la afición a la memoria: "La ruina es el objeto más la memoria del objeto, el objeto consumido por su propia memoria". Chantal de Rementería formula una historia de hilos, en que dibuja trayectos regulados por la ejecución manual de la palabra a través de de un rápido punteado -como si marcase las prendas para que no se pierdan en la lavandería-, para señalar novecientos treinta y cinco nombres de comercios, servicios y asociaciones vigentes en la ciudad de Valparaíso, proporcionando un testimonio excepcional de urbanización afectiva del mundo. Nombrar, para indicar el lugar. La ruina y el lugar: "nada tuvo lugar nunca sino el lugar" (Wajcman).
-Justo Pastor Mellado.